El uso de taser eléctrico y gas pimienta podría ser legal en la Ciudad de México, pues el diputado local de Morena, Nazario Norberto Sánchez, propuso una iniciativa ante el Congreso de la Ciudad de México. El objetivo es para defensa personal, sobre todo para las mujeres capitalinas.
La violencia contra las mujeres ha crecido de manera exorbitante en esta ciudad. Secuestros, robos, violaciones, acoso sexual son los delitos que más se han propiciado en la capital en los últimos meses, expuso en tribuna.
Hasta el momento, el Código Penal de la capital señala que estos dos artefactos están prohibidos. El artículo 251 menciona que sólo los servidores públicos podrán portar armas para ejercer su trabajo.
MUJERES SE “ARMAN”
A quien porte, fabrique, importe o acopie sin un fin lícito instrumentos que puedan ser utilizados para agredir y que no tengan aplicación en actividades laborales o recreativas, atendiendo a las referencias de tiempo, modo y lugar, se le impondrá prisión de tres meses a tres años o de noventa a trescientos sesenta días multa.
Norberto Sánchez señaló que esta propuesta responde a la exigencia de las mujeres de sentirse seguras a la hora de salir a las calles. Agregó que algunas mujeres comenzaron a “armarse” con estos objetos, pero su uso no está regulado, lo que les podría valer una sanción por intentar defenderse.
La iniciativa del uso del taser eléctrico y gas pimienta se turnó para su análisis y dictamen a la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, así como la Comisión de Igualdad de Género del Congreso de la Ciudad de México. En Puebla, por ejemplo, el usos de ambos objetos está permitido.
¿Cómo funciona estos artefactos?
Si bien tanto el taser eléctrico como el gas pimienta no son letales, el mal uso, en caso excepcionales, podría causar la muerte. El primero puede producir espasmos, desorientación, inmovilización y pérdida de balance.
El gas pimienta irrita los ojos hasta el punto de causar lágrimas, dolor e incluso ceguera temporal. Si tiene contacto con la piel, puede producir picazón y una sensación ardiente que dura 45 a 60 minutos.